Internet de las Cosas

Internet of Things, IoT o Internet de las cosas, se refiere como su nombre literalmente lo indica a dotar de conexión a la nube a todo tipo de cosas: dispositivos weareables (como relojes calzado ropa accesorios etc.), electrodomésticos, botiquines, alacenas, juguetes, libros, lámparas, puertas, ventanas, vehículos y un sinfín de equipos, aparatos y objetos con los que interactuamos prácticamente a diario. Y también algo a lo que no podemos considerar como una cosa: nuestras mascotas.

Pero ¿con qué objetivo? el propósito es claro: maximizar la interacción en la experiencia cotidiana, volver inteligentes los objetos para que respondan a nuestras necesidades según cada ocasión. Sin embargo los objetos no logran esta inteligencia únicamente mediante conectividad a las redes, sino además, con todo tipo de sensores e, incluso interactuando no sólo con los usuarios sino con objetos y dispositivos.

La cantidad de empresas principalmente el sector tecnológico (como Cisco AT&T o Realtek), que están involucradas actualmente en el desarrollo de recursos y patentes relacionadas a Internet of things es impresionante. IoT es la próxima gran apuesta tecnológica a implementar en el futuro cercano; si bien la tecnología ya se está utilizando, aún están pañales. Si bien Internet de las cosas tiene un potencial enorme, también tiene limitaciones externas que son un obstáculo actualmente:  la versión actual del protocolo Internet (el famoso IPv4) está prácticamente colapsado y no podría contener la cantidad de objetos que cada usuario utiliza en la misma red (según consultora Gart-ner, un usuario promedio interactúa con entre 1000 y 5000 objetos). Por lo tanto, sería imposible dotar de una dirección IP pública a cada objeto de cada usuario de Internet a nivel global. Afortunadamente, la solución está la vuelta la esquina. La próxima versión del protocolo IPv6, fue desarrollado hace años y su implementación ya comenzó en determinados lugares del globo. A medida que la tecnología IoT comience a popularizarse, IPv6 también se irá  propagando.

Además, no caben dudas que la estandarización de IoT tendrá un impacto económico y social muy pronunciado. Si llevamos Internet de las cosas a terrenos más amplios, como la seguridad nacional o las empresas, la trascendencia y las posibilidades serán aún son mayores. Por ejemplo: huertos automatizados, alumbrados inteligentes, supervisión de máquinas.

El impacto económico de este tipo de proyectos sería brutal, pues reemplazaría a muchos puestos de trabajo actuales, y sobre todo implicaría una ahorro considerable de costos a largo plazo. Se estima que podría tratarse de una nueva revolución industrial.

Como podemos ver, Internet of Things es claramente el siguiente gran paso de la industria tecnológica. Abre un mundo de posibilidades incalculable, todo pasaría a basarse en lo contextual, logrando una mayor independencia de los humanos y por lo tanto una mayor eficiencia y comodidad. Los primeros pasos ya se están dando (estándares primeros prototipos y proyectos etc.), según diversos analistas, no será hasta 2020 cuando Internet las cosas comience a hacer algo mucho más asentado y común entre los mortales.

Se estima que para el año 2020 existirán 50,000 millones de objetos de uso cotidiano con conexión a Internet