Si se puede

Nelson Cardona busca conquistar en Papúa Nueva Guinea la cumbre que le falta. / El EspectadorSe trata de Nelson Cardona quien se convirtió en 2010 en el primer latinoamericano en condición de discapacidad en subir el Everest. Ahora va por otro récord en su vida de película.

Hasta ahora han sido seis las cumbres más altas del mundo conquistadas por Nelson Cardona, quien se prepara para salir el próximo 16 de abril en busca del monte Carstensz, en Papúa Nueva Guinea, y así completar los picos más altos de cada continente. Los seis anteriores han sido: el Aconcagua, en Suramérica; la Denali, en Norteamérica; Elburs, en Europa; Everest, en Asia; Vinson, en la Antártida, y el Kilimanjaro, en África.

El 12 de marzo de 2007, este manizaleño se encontraba a las 6 de la mañana en el nevado del Ruiz cuando en un instante voló 18 metros por un abismo y sufrió heridas en todo el cuerpo, las más grave en la pierna derecha, que no quedó funcional y tuvo que ser amputada. Se preparaba para subir el monte Everest.

Tuvieron que pasar tres años desde aquel día para que su sueño de escalar la montaña más peligrosa del mundo se hiciera realidad. Entonces se convirtió en el primer latinoamericano en condición de discapacidad en subir a la cima y el tercero en el mundo. “Soy una persona a la que le gusta convertir toda situación difícil en oportunidades para el éxito”, le dijo Cardona a El Espectador a una semana de iniciar su viaje hacia una nueva aventura.

“El día que sufrí mi accidente estaba muy bien preparado físicamente. Fue una bendición quedar parapléjico y no morir”, dice Nelson Cardona, que hace parte del grupo de escaladores colombianos que conquistarán las siete cumbres y serán el primer equipo en el mundo en lograrlo.

“Nos toca romper paradigmas. Cuando uno está bien no necesita de nadie. Pero cuando uno ve que está enfermo o le hacen falta ciertas cosas, se da cuenta de lo importante que es la ayuda de los demás. Toca quitarse el ego y volverse más grande en la humildad”, reconoció el manizaleño, que creció amando la nieve y las montañas.

No es fácil recomponer la vida cuando ésta ha dado golpes muy duros: “La escalada de una montaña es una metáfora para la vida: todos tenemos un Everest que subir. Yo me inspiro en mis hijas para subir la montaña de mi vida. Cada uno es el arquitecto de su propio destino”.

Durante su recuperación física y mental, Nelson Cardona tuvo tiempo para asimilar ese golpe del destino y en su cabeza ciertos pensamientos se convirtieron poco a poco en su filosofía de vida. “Durante ese tiempo comencé a despojarme de ciertas cosas. Lo único que buscaba era saber cuál era mi objetivo. Toca dejar de quejarse y convertirse en inspiración de vida para la gente”.

“Yo soy un escalador de sueños. Me gusta inspirar a los seres humanos para que le agradezcan más a la vida. A cada uno de nosotros nos toca ser más protagonistas y dejar de ser víctimas. Ese es el mensaje que quiero dar. La única discapacidad está en la mente”, señaló.

Ahora sólo mira para adelante, dejó atrás lo malo y, como dice, sólo está en busca de su próximo reto, el cual empezará el 16 de abril, al lado de otros siete valientes escaladores colombianos que se han preparado para conquistar la cima que les falta y así dejar la bandera del país una vez más en lo más alto de una montaña.

“Para llegar a la base de la montaña nos toca cruzar una selva durante cinco días. La Carstensz tiene la particularidad de que queda en un lugar muy lejano para los colombianos (Papúa Nueva Guinea) y eso era impensado para un equipo de acá. Los patrocinadores que nos han dado una mano han sido parte fundamental en este logro para hacerlo realidad”.

Subir la Carstensz no será el último capítulo en la vida de Nelson Cardona, que ha sido una verdadera película. “Cuando uno llega a una cima no es el fin, sino el medio para llegar a otra más cercana. Alguna locura nos vamos a inventar para seguir inspirando a los seres humanos”.